Almázcara se ubica en la zona central del Bierzo, separada de Ponferrada por una montaña granítica, denominada Montearenas, y conocida como el granito de Ponferrada, sobre el que se encuentran los vestigios de las labores mineras de wolframio, y canteras históricas de piedra granítica. Ya fuera de él, en la zona de contacto, quedan las huellas de las minas de hierro, todas cerradas en diferentes etapas del SXX.
Sus terrenos se extienden en un valle interior, originado sobre materiales paleozoicos que forman las partes más altas. Son de naturaleza pizarrosa y cuarcítica y relieve rocoso. Sobre estos, y descendiendo en cota, descansan los sedimentos terciarios, de color rojizo "tipo médulas", y formados por capas de arcillas alternantes con otras de conglomerados de cantos cuarcíticos y matriz arcillosa.
En la parte inferior, se extiende una llanura, ocupada y modelada por el río Boeza que la ha rellenado con sedimentos cuaternarios: arenas y cantos de río.